En septiembre de este año asistí, como suele ser habitual en los últimos años, al TEDxMadrid. Después de tocar el piano, un ponente en vaqueros, gafas de pasta, una camiseta de tigre y completamente despeinado comenzó a hablar sobre su vida y la música clásica.
James Rhodes hablaba despacio, con un fuerte acento inglés, unos cuantos tics y un montón de tacos bien plantados en su discurso. Hablaba sobre la importancia de la música clásica en su vida y de un libro que había escrito. En ese momento recordé el libro del que estaba hablando: Instrumental.